lunes, 1 de octubre de 2012

Ejercicio1_Programa_edificio activo

FELIX DE AZÚA define LA ARQUITECTURA como un  arte que crea los lugares habitables, para lo cual el espacio debe cubrirse de significación.
“PARA QUE LA ARQUITECTURA PRODUZCA RESULTADOS ACEPTABLES PUEDE DARSE POR BUENA LA JERARQUÍA DE PRINCIPIOS ESTABLECIDA POR VITRUVIO: TODA EDIFICACIÓN DEBE COMENZAR DIRIGIDA POR SU FUTURO USO, HA DE SEGUIR DETERMINADA POR LA SOLIDEZ Y FIRMEZA DE LA CONSTRUCCIÓN, Y HA DE CONCLUIR CON UN PROGRAMA SIGNIFICATIVO QUE DÉ SENTIDO AL EDIFICIO Y AL LUGAR EN DONDE SE ALZA. " 

¿QUE ESPACIOS SE NECESITAN AHORA? 



Ray Oldenburg, sociólogo urbano, en su libro " El grandioso lugar" 1998, define tres lugares; 
     Primer lugar, la esfera de la casa
     Segundo lugar, el ámbito del trabajo 
   El tercer lugar se entiende como el espacio que compartimos como sociedad para construir lazos comunitarios, que no sean ni en el hogar ni el trabajo. 



Insiste en la necesidad de estos terceros lugares y lamenta su declive con las nuevas configuraciones urbanas donde el uso diario del coche regula la vida y aleja a las personas entre sí.  La individualización de los estilos de vida ha llevado a la extinción del vínculo social.

Así, entendemos que la arquitectura es, necesariamente, y en estos tiempos más que nunca, una manera de pensar la convivencia, de reorganizar los espacios urbanos a los modos de habitar contemporáneos , crear nuevos espacios de relación entre los ciudadanos, buscar nuevos compromisos y pactos con la sociedad actual, con el arte y la cultura como medios.


Este será el futuro uso de nuestro edificio, como una oportunidad de crear un sólido activo, que además, active la convivencia y las relaciones actuales de la sociedad. 


La distribución de espacio surge tras la analización del sólido capaz en el lugar. Un edificio con un límite tangible entre público y privado y exterior e interior, los cuáles nos interesa derribar. 



Nos gusta pensar que en un edificio, a las plantas superiores les pertenece el cielo y a las inferiores el suelo. Por ello,  queremos potenciar que nuestro edificio , y sobre todo, todos nuestros usuarios, colonicen tanto el cielo, las cubiertas de Marsella, las vistas, el aire y la luz, como el suelo, la plaza, el tránsito, los árboles, la sombra y el aire.   


“Las plazas están ahí aisladas por cuatro calles, aburridas de sus propios monumentos; la gente las orilla pero no las penetra ni las posee, apenas las cruza si un sendero diagonal permite acortar el camino. Es inútil que la iniciativa oficial haya querido hacer bailes, ferias, nacimientos o misas en tal o cual sitio, apenas concluido el acto todo se desvanece” 
ESCARDÖ, Florencio. Geografía de Buenos Aires, Buenos Aires, Losada, 1945,p 54  



Como medio de relación entre la plaza y el cielo, proponemos una calle pública vertical que recorra nuestro edificio.


Comienza a surgir una distribución de público y privado, de exterior e interior, de decibelios.





Según estos parámetros comenzamos a dar un posible espacio correspondiente a cada actividad. 




Son espacios invariables en continente pero no en contenido, una cadena en uso que cambia según la hora, con algunos engranajes fijos. Un lugar como mucho movimiento y muy dinamizado. Un edificio activo, y que a la vez activa las relaciones de la sociedad actual, mediante valores humanos, la cultura y el arte. 










No hay comentarios:

Publicar un comentario