En este proceso intento formalizar la calle pública vertical.
El acceso al interior no suele buscar una continuidad con el espacio público urbano. Pero a mi me interesa conseguir enlazar el espacio público de la plaza con el edificio y con la cubierta, mediante una calle pública vertical. Una calle que este cubierta, pero no climatizada.
A veces los límites entre exterior e interior se desvanecen. Bernard Rudoksky, en su libro Arquitectura sin arquitectos publica una serie de fotografías, como la que vemos a continuación. Aparentemente se trata de un exterior, es una calle permeable y pública, sin embargo se aprecian ciertos valores de un espacio interior.
Calle Africana. fotografía de Bernard Rudofsky
Otro ejemplo que he tomado en cuenta para la realización de este espacio es el Pasaje de Valvanera
“Valvanera,...es una casa y una calle, un puente y un camino, el término pasaje “passaggio”, supera la definición topográfica para significar el paso a una nueva arquitectura donde la gente se encuentre y sea libre, donde la realidad sea la base y el objeto de la imaginación. Valvanera podría ser una novela o una película; para mí es uno de los monumentos de Sevilla”
Aldo RossiPublicado en el número 11 de la revista “2C Construcción de la Ciudad”. Barcelona. Junio 1979
Edificio de Marsella.
La relación en estos proyectos entre el lleno y el vacío es innegable. El vacío, la calle, se habita.
Volviendo hacia nuestro edificio capaz tendríamos un vacío y un lleno muy claro.
El espacio interior es el que nos interesa permeabilizar, hacerlo transitable como espacio de relación, como calle pública.
Para ello colocamos todo el núcleo de comunicaciones en él mediante una piel de acero corten que deja pasar la luz y el aire. El vacío deja de ser un fondo de saco y se permeabiliza, se hace transitable.
La estrategia del espacio intermedio se podria definir como una doble piel que se pliega dilatando o contrayendo el espacio, con la malla agujereada que compongan un paseo de metal entretejido, un laberito interior que evoca un exterior, una atmósfera de luz y aire, y un juego de miradas.
Para enlazar el espacio urbano de la plaza con nuestro edificio intento reflejarlo en ella, continuamos el acero corten plegandolo de forma que cree plataformas que puedan ser lugar de estancia enfocadas a mirar al edificio. Esta malla se podría sujetar con tramex de forma que la vegetación podría desarrollarse sin impedimentos y conformar a la larga un tapiz natural que ocultara la artificialidad de la piel, quedando de manifiesto la relación incondicional entre espacio y tiempo.